A pesar que en este post: "Primer intento: escoger el colegio "ideal" para mi hija" escribía que había encontrado el nido ideal para mi hija, siempre se puede encontrar mejores opciones. Lo que me empezó un poco a fastidiar del nido anterior fue que tenían muchos niños por aula (en espacios pequeños) y que cambiaron a la miss intempestivamente a mitad de año sin explicación clara del porqué.
Así que buscando opciones para el summer school (porque quería algo nuevo, no en el mismo nido). Encontré este nido que me encantó, todo nuevecito, súper bien cuidado, y con menos niños por aula. La matriculé en verano, pensando que sería ideal que se adaptara ahí y pueda continuar todo el año. Pero mi hija me decía que extrañaba a sus amigos, entonces pensé que no me iba a quedar otra que ponerla nuevamente en su nido, ya que no quería que sufriera, y si bien, ya no me encanta, tampoco es que sea malo. Además, Ale ya ha estado dos años ahí y este sería su último año porque el próximo se va al colegio "grande". Pasaron las semanas e iba feliz a su nuevo nido hasta que me dijo:
- Mami, quiero quedarme en este nido.
- Pero, ¿y tu otro nido? ¿no quieres regresar al otro?
- No, quiero este
Felicidad absoluta para mi, ¿pero le durará?, ¿será fácil su periodo de adaptación?
Terminó el Summer School con algunos detalles que no me gustaron y otros que si, pero le preguntaba a Ale:
- ¿Te gusta tu nido? ¿Quieres quedarte ahi?
- Si mami.
Así que eso fue suficiente y la matriculé para todo el año. Empezó en marzo con una nueva miss (que la verdad me gusta más porque es más pilas) ¡pero era un cambio más para Ale! y nada, feliz con la nueva miss y sus nuevos amigos.
Me sigue sorprendiendo la fácil adaptación que ha tenido, está feliz, se queda tranquila, se divierte, va súper bien. Creo que a veces los temores son más de uno que de los niños, y creo que tomé una buena decisión en cambiarla, escuchando siempre lo que ella me decía. Yo pensaba que le iba a chocar, pero todo lo contrario, uno siempre debe buscar opciones para mejorar en todo sentido, la adaptación al cambio es algo que les va a servir para su vida futura.
Conversando con una mamá de un niño de la edad de Ale, me decía que estaba preocupada porque el niño (en el nido anterior) no aprendía cosas que le sirvieran para el colegio: como coger bien el lápiz, escribir una letra, cortar, entre otras cosas. Y me puse a pensar que a mí nunca me preocupó eso, ¿realmente necesitan aprender eso a los 3 años? siempre he leído que cada niño aprende a su ritmo y que llegan a una edad en que se nivelan, es decir, no importa si tu hijo aprendió a escribir a los 4 o 5 años, porque a los 6 todos van a saber escribir, el que aprendió a los 4 va a escribir igual que el que aprendió a los 6, no más ni mejor.
Así que lo mejor es dejarlos seguir su proceso de aprendizaje en base a su experiencia, a su ritmo y es otra de las cosas que me gustan de este nuevo nido, adoptan la filosofía de Emmi Pickler, que incentiva la autonomía, el movimiento libre y el aprendizaje a través del juego.
El próximo año llega el gran cambio al colegio grande, espero que la adapatación sea igual de fácil que ahora. Yo creo que sí 😉