Soy de las que toda su vida adulta han hecho dieta (sin mucho éxito y constancia, la verdad), pero siempre ando en esas: hago dieta, engordo, hago dieta, vuelvo a engordar y así ... el lunes empiezo dieta nuevamente 😩... y creo que es por los malos hábitos alimenticios que tengo y he tenido desde adolescente.

Ahora con Ale me preocupo de su alimentación, me gusta que coma sano y lo más natural posible. Desde que nació, le di lactancia exclusiva hasta los 11 meses y eso ahora se traduce en que nunca se enferma del estómago y de por sí tiene defensas bastantes buenas creo yo, eso no evita que de vez en cuando se enferme igual de algún virus, pero hasta ahora nada grave.

Su peso siempre ha estado en el borde superior porque es de buen diente (¡como su mami! 🙈), pero trato de ajustarle harinas cuando se pasa de la curva y reemplazarlo por ensaladas, felizmente come todas las verduras, salvo los champignones, el apio y el pimiento que no "me encantan mamá".

Ahora con tantas fiestas infantiles a las que la invitan (de hecho tiene más vida social que yo), es inevitable que coma dulces, más aún si solo los come en esas ocasiones, y obviamente ¡LE ENCANTAN! y es ahí cuando la dejo comer libremente (y yo con ella, debo confesar 🙈). Pero de lo que sí soy enemiga, es de las gaseosas. Ale hasta el día de hoy a sus 3 años y 8 meses no ha probado nunca una gaseosa, y al no conocerla, no la reclama. En la casa toma agua y cuando salimos a comer le pido limonada o naranjada, que le encantan también.

Ya son bastante conocidos los problemas con las gaseosas: su alto contenido de azúcar y la cafeína que traen una serie de consecuencias en los niños: obesidad, diabetes, caries, osteoporosis y un largo etcétera que si bien no son consecuencias inmediatas, sí a largo plazo, tanto en niños como en adultos.

Leyendo más sobre esto, ¡oh sorpresa! encontré este cuadrito ilustrativo de la cantidad de cucharaditas de azúcar que contiene cada bebida, ojito ojito con la Fanta, que a muchos les encanta:

A pesar que en este post: "Primer intento: escoger el colegio "ideal" para mi hija" escribía que había encontrado el nido ideal para mi hija, siempre se puede encontrar mejores opciones. Lo que me empezó un poco a fastidiar del nido anterior fue que tenían muchos niños por aula (en espacios pequeños) y que cambiaron a la miss intempestivamente a mitad de año sin explicación clara del porqué.

Así que buscando opciones para el summer school (porque quería algo nuevo, no en el mismo nido). Encontré este nido que me encantó, todo nuevecito, súper bien cuidado, y con menos niños por aula. La matriculé en verano, pensando que sería ideal que se adaptara ahí y pueda continuar todo el año. Pero mi hija me decía que extrañaba a sus amigos, entonces pensé que no me iba a quedar otra que ponerla nuevamente en su nido, ya que no quería que sufriera, y si bien, ya no me encanta, tampoco es que sea malo. Además, Ale ya ha estado dos años ahí y este sería su último año porque el próximo se va al colegio "grande". Pasaron las semanas e iba feliz a su nuevo nido hasta que me dijo:

- Mami, quiero quedarme en este nido.

- Pero, ¿y tu otro nido? ¿no quieres regresar al otro?

- No, quiero este

Felicidad absoluta para mi, ¿pero le durará?, ¿será fácil su periodo de adaptación?

Terminó el Summer School con algunos detalles que no me gustaron y otros que si, pero le preguntaba a Ale:

- ¿Te gusta tu nido? ¿Quieres quedarte ahi?

- Si mami.

Así que eso fue suficiente y la matriculé para todo el año. Empezó en marzo con una nueva miss (que la verdad me gusta más porque es más pilas) ¡pero era un cambio más para Ale! y nada, feliz con la nueva miss y sus nuevos amigos.

Me sigue sorprendiendo la fácil adaptación que ha tenido, está feliz, se queda tranquila, se divierte, va súper bien. Creo que a veces los temores son más de uno que de los niños, y creo que tomé una buena decisión en cambiarla, escuchando siempre lo que ella me decía. Yo pensaba que le iba a chocar, pero todo lo contrario, uno siempre debe buscar opciones para mejorar en todo sentido, la adaptación al cambio es algo que les va a servir para su vida futura.

Conversando con una mamá de un niño de la edad de Ale, me decía que estaba preocupada porque el niño (en el nido anterior) no aprendía cosas que le sirvieran para el colegio: como coger bien el lápiz, escribir una letra, cortar, entre otras cosas. Y me puse a pensar que a mí nunca me preocupó eso, ¿realmente necesitan aprender eso a los 3 años? siempre he leído que cada niño aprende a su ritmo y que llegan a una edad en que se nivelan, es decir, no importa si tu hijo aprendió a escribir a los 4 o 5 años, porque a los 6 todos van a saber escribir, el que aprendió a los 4 va a escribir igual que el que aprendió a los 6, no más ni mejor.

Así que lo mejor es dejarlos seguir su proceso de aprendizaje en base a su experiencia, a su ritmo y es otra de las cosas que me gustan de este nuevo nido, adoptan la filosofía de Emmi Pickler, que incentiva la autonomía, el movimiento libre y el aprendizaje a través del juego.

El próximo año llega el gran cambio al colegio grande, espero que la adapatación sea igual de fácil que ahora. Yo creo que sí 😉

La primera vez que matriculé a Ale en clases de ballet fue cuando tenía 2 años. Quería ir probando qué cosas le gustaban para ponerla en verano cuando estaba de vacaciones del nido. Además el pediatra me había dicho que era hiperlaxa (mayor flexibilidad) y que podía tener condiciones para el ballet o la natación.

A esa edad las clases son de pre-ballet, con juegos y ejercicios, me encantaba verla estirarse e intentar mantener el equilibrio con pose de bailarina o cantar "libre soy" mientras recorría el salón con sus manitos estiradas hacia arriba. Resulta que le encantó el ballet y pidió continuar todo el año hasta noviembre.

Este verano no la matriculé porque la puse en otras actividades y pensé que era suficiente, pero ella seguía reclamando: "mami, quiero ir a mi ballet!".

Pensé también en cambiarla de academia porque en la que estaba habían muchas niñas y mucho desorden, así que busqué una academia cercana y la encontré. La he matriculado este mes y está feliz, ahora que está un poco más grande ha mejorado notoriamente, me encanta verla con su tutú y sus zapatillas de ballerina.

El primer día, cuando estaba admirando a mi hija y a sus compañeritas sentadas en círculo alrededor de la profesora, llegó un pequeño, se asomó a la puerta del salón y se quedó inmóvil:
- Entra hijo - le decía su papá.

Pero él no se movía de la puerta, la profesora vino lo tomó de la mano y lo hizo pasar. Me dio tanta ternura y admiración ver a ese pequeño entrar a un salón lleno de tutus rosados donde él es el único niño, es para aplaudirlo. Ya Ale me había preguntado si los niños también bailan ballet y yo le dije que si, pero me puse a pensar que iba a ser bien difícil que vea a un niño bailando porque el mundo del ballet es predominantemente femenino y todavía hay muchos prejuicios al respecto, pero en esta academia lo hay y estamos felices. Ale dice que su amigo también baila bonito 😍.

Me puse a leer un poco sobre el ballet y resulta que muchos futbolistas y deportistas del rugby (hombres) han descubierto cómo los ayuda en la tonificación de sus músculos y que mejora su equilibrio y su postura.

Otra cosa que me encanta del ballet es la música, cuando Ale estaba en mi barriga yo le ponía música clásica, no sé si tenga relación, pero ahora le encanta la música clásica. A veces me pide que le ponga en la casa y se pone a bailar. La capacidad musical está estrechamente ligada a la capacidad fono auditiva y psicomotora. Hay autores que vinculan el ritmo al instinto, la melodía al afecto, y la armonía y el arte al intelecto.



La expresión corporal en el sentido de tomar conciencia del cuerpo y aprender a utilizarlo plenamente desde el punto de vista motriz y su capacidad para poder expresar ideas y sentimientos es otro beneficio del ballet que me encanta, porque además está ligada al desarrollo de una autoestima positiva, se sentirán seguros con su cuerpo y podrán expresarse a través de él.

Y para completar los beneficios del ballet, que además no tienen género y deberían animar a los niños que les guste bailar que lo hagan, es que estimula la circulación y la respiración, corrige malas posturas, ayuda a ganar elasticidad, ejercita la coordinación, agilidad y equilibrio, ayuda a corregir el pie plano, previene obesidad infantil y colesterol, desarrolla el oído y la memoria.



Por último recomiendo que vean la película "Ballerina" (está en Netflix) y este video de una bailarina que es un ejemplo que si a uno le apasiona lo que hace, lo hace durante toda su vida:

Estas navidades, hubo muchas iniciativas para donar juguetes a niños de bajos recursos. Amadriné a una niña que se llama Brisa, de 3 años, la edad de mi hija.

Para que Ale pueda participar en esta iniciativa, escoger su regalo nuevo y algo entre su ropa y juguetes que quiera donar, le conté una historia sobre Brisa, que tenía su misma edad, que también le gustaba ver Peppa Pig y que íbamos a darle un regalito por navidad. Le mostré su foto y le pregunté:

- Ale, qué te parece si buscamos un regalo bonito para Brisa y además también le podemos regalar algo que quieras compartir con ella de tus juguetes o de ropa.

- No quiero.

- Pero, ¿por qué hijita?

- No quiero darle nada a Brisa - me respondió enojada.

 Pensé que tal vez era demasiado pedirle que comparta sus juguetes, entonces le pregunté:

- Entonces, le podemos escribir una carta y hacerle un dibujo, ¿qué te parece?

- Nooooo! - y le entró la pataleta.

Me sentí mal, ¿estaré criando una niña engreída y egoísta? ¿por qué no quiere hacerle ni un dibujo? No le insistí, la dejé que se calme y al día siguiente le volví a preguntar y la respuesta fue la misma. Así que me puse a leer sobre el egoísmo en los niños.

Nuevamente encontré muchos autores y muchos consejos, así que "empecé por el principio" y leí un poco de la teoría de Jean Piaget sobre el egocentrismo como "la dificultad que tienen los niños de situarse en una perspectiva distinta a la suya" y que sobre todo entre los 3 y 4 años, cuando el "otro" quiere cosas distintas empiezan los problemas. Por ejemplo, escuchamos más el "yo" o es "mio". Piaget dice que "el egocentrismo no es de naturaleza moral, sino mental, por cuanto el niño es incapaz de tener en cuenta el punto de vista de los demás, y por lo mismo considera justo y verdadero solamente lo que él piensa y dice". Entonces el egoísmo en un niño es parte de su desarrollo, parte del descubrimiento del yo y del otro, no es igual al egoísmo de un adulto que tiene sí, una naturaleza moral.

El niño conoce el mundo según una sola perspectiva, la de él mismo. Es por ello, que tiene dificultad para ponerse en la perspectiva del otro, para separarse de su propio punto de vista e imaginarse cómo entiende las cosas otra persona.

Sin embargo, y también como parte de su desarrollo, creo que hay que explicarles y hacerles entender que esas actitudes no están bien, que es bueno compartir con otros y que no todos pensamos igual ni queremos las mismas cosas.

Entre los consejos que me gustaron eran las de poner reglas claras de comportamiento, así evitamos las pataletas, pero nunca someterlos a chantajes emocionales. Y como siempre, utilizar los cuentos para plantearles situaciones que les ayuden a comprender y aceptar que no todo es de ellos y que no todo es para ellos, que jueguen en grupos de varios niños y que ellos elijan el juguete que quieran compartir.

Al final Ale no le hizo un dibujo a Brisa, pero sí quiso darle un regalo y se puso feliz cuando vio su foto con él, y luego me dijo:

- Mami, le voy a regalar una bebe (una de sus muñecas) a Brisa.

Ahora, pocos meses después, ya no tiene esas actitudes, comparte con sus primos, con sus amigos del nido, con nosotros e inclusive ha superado el hecho que cuando un juego estaba lleno, tipo cama saltarina o piscina de pelotas, ella no quería entrar porque quería todo el juego para ella. Otra cosa que me ayudó era repetir la canción de Daniel tigre "el compartir me va a divertir" cuál mantra!, así ella se reía y no me hacía pataletas.

Hoy me sorprendió cuando la llevaba al nido en el auto, vimos a una chica con su bebe en la espalda vendiendo golosinas. Ale lo miró y me dijo:
- Mami, ¡un bebe! Le quiero dar algo - mientras comía su pan con queso que no terminó en la casa.
- Si hijita, ¿cómo qué le quieres dar?
- Un pan con queso, no, mejor un plátano. 😍

Mañana armaremos una loncherita para llevarle al bebe 😍

Mientras me alistaba para irme a trabajar escuchaba que la nana de mi hijita le decía:

- Minnie y Daysi son para niñas y Mickey es para niños. En los perritos de Paw Patrol el que es rosado es para niñas y el azul es para niños.

Casi me da soponcio, pero respiré hondo y me acerqué a explicarle a la nana que los juguetes no son para niños o para niñas, que Ale puede escoger con qué jugar y no la podemos limitar a "juguetes para niñas", que no pasa nada si le gusta Mickey, que ella elija con qué jugar. Sé que la nana no tiene mala intención, pero me preocupó que Ale empiece a incorporar esos estereotipos desde tan pequeña.

Después me acerqué a mi hija y conversamos:

- Ale, si te gusta Mickey no hay problema, los juguetes son para los niños y las niñas, tú también puedes jugar con Mickey.

- Pero mami, Mickey es para niños, y rosado es para niñas y azul es para niños.

Soponcio número 2

- No hijita, no hay juguetes ni colores para niños o para niñas, los juguetes son para jugar y los colores son para todos. Por ejemplo, mi color favorito es el azul y yo soy una chica. ¿Cuál es tu color favorito?

- El rojo, y también el turquesa.

- ¿Ya ves? Hay muchos colores y muchos juguetes, tú puedes escoger el que más te guste.

Llegando a la oficina le compartí a la nana este video de una publicidad que me encanta, no necesariamente porque quiera que Ale sea ingeniera (porque esa también será su elección), pero le dice a las niñas que tienen un mundo más de posibilidades que no se limitan a las "princesitas":

Y si tienen un tiempo miren este TED en donde Debbie Sterling, la creadora de estos juguetes cuenta su experiencia y cómo venció los obstáculos en un mundo de hombres en donde sentía que "no encajaba". Culminó su carrera y presentó el prototipo de estos juguetes ante negativas como "esos juguetes para niñas no venden", pero ella insistió y ahora los juguetes son un éxito.

Desde que supe que iba a tener una hija decidí criarla en libertad y evitando los estereotipos, sé que hay algunos inevitables y que los pone la sociedad, pero que en casa ella siempre sienta libertad y no imposiciones en cuanto a sus gustos.

Cuando cumplió un año, le compré legos y le regalaron muñecas, ella escogió las muñecas y por más que le daba otro tipo de juguetes ella prefería las muñecas. En su nido, el salón está condicionado por sectores, y ella siempre iba al sector familia con los bebes. Entendí que dejarla en libertad también era respetar que prefiera la muñecas y no los legos, la cocinita y no la bicicleta, así que la dejé que escogiera y jugara con lo que quisiera.

Fue creciendo y le empezó a encantar los bloques, armar torres, también empezó a jugar con Play Doh y rompecabezas. Cuando veía Peppa Pig, le gustaba más George. Ahora es fan de Paw Patrol (qué éxito esos perritos) y sus perritos favoritos son Rocky el reciclador y Everest la alpinista. No escogió a Skye que es la rosada. Yo creo que dejándola escoger, es donde ella sola define sus gustos, es lógico que hay una influencia fuerte externa, pero si limitas sus espacios con juguetes de niñas y de niños, limitas su capacidad de elección.

Leyendo artículos sobre el tema, decían que en los cuentos también hay que darle diversos giros, no siempre la princesa tiene que ser rescatada, o el papá se va a trabajar mientras la mamá cuida a los bebes, ofrecerles alternativas a los cuentos tradicionales. En este sentido los cuentos que me encantan (y a Ale también) son los de los Hermanos Paz. Ale es fan del perro Chimoc, el pollito y la cabrita comilona. Me pide que se los lea una y otra vez. 

Siguiendo estas recomendaciones, ayer le contaba un cuento (inventado) que iba así:

- Alonso, Micaela e Isabela estaban en el nido pintando. Alonso pintó a Everest de morado, Micaela a Rocky de verde e Isabela a Rubble de amarillo.

- Pero mami, Everest es para niñas.

Soponcio número 3.

- No hijita, no es para niños o para niñas, son para jugar, y Alonso quería pintar a Everest y no tiene nada de malo.

- Si mami, Alonso la pintó de turquesa no de morado.

Sé que voy a tener que reforzar esa idea constantemente, porque no solo es la nana, puede ser el nido, la misma familia, la publicidad de juguetes, y muchos etcéteras.

Nos fuimos a Trujillo los 3. La verdad que no es la primera vez que vamos, pero ahora que mi hija está un poco más grande y puede disfrutar más del viaje, pensé en prepararnos para que ella pueda disfrutar y ver qué ofrecía Trujillo para un viaje con niños 😊.

La ciudad de Trujillo está a 50 minutos en avión desde Lima y a 8 horas en auto (557 km.). Esta vez fuimos en avión, tampoco es la primera vez que mi hijita viaja en avión, pero ahora parece que se hubiera comido 500 loros juntos y a voz en cuello me decía:

- Mami, ¿ya despegó el avión?

- Todavía hijita, falta poco, tenemos que esperar.

- Mami, ¿quién maneja el avión?

- El piloto hijita.

- ¿Quién? ¿Él, él, ella, él, ella? (señalando a todas las personas que veía a su alrededor).

- No hijita, el piloto está en la cabina con los controles del avión.

Y cambiando el tema drásticamente:

- Mami, ¿sabías que Stefano se hizo caca en su calzoncillo?

- No grites hijita (escondiendome debajo del asiento).

Cuando se acabaron las preguntas, empezó el repertorio musical:

- "A pulgarcito lo invitaron, a pulgarcito lo invitaron ..." (¡qué canción tan apropiada para el viaje!)

Y así se la pasó los 50 minutos hablando y cantando sin parar. Cuando llegamos, la señora que estaba en el asiento delante nuestro voltea, la mira con media sonrisa y me dice:

- ¿Cuánto tiempo tiene?

- 2  años y 8 meses - le respondo con sonrisa nerviosa.

- ¡Cómo habla! ¡qué tal vocabulario que tiene! - luego de una pausa - ¡felizmente el viaje dura solo 1 hora!.

Y así llegamos a la ciudad de la eterna primavera. Decidimos que todavía está muy pequeña para hacer el tour a las huacas y a Chan chan, que son paradas obligatorias en Trujillo y que haremos más adelante, así que estuve buscando alternativas.

La primera que encontré fue que en el Real Plaza, hay un local con juegos para niños gratuito. Así se quedó jugando con su papi un rato mientras yo miraba la nueva H&M que han abierto 😉.

Luego fuimos al Museo del Juguete (Jr. Independencia 705, Centro Histórico). A mi hijita le encantó, aunque tengo que decir que habían algunos muñecos bien "creepy", pero ella feliz. Es un museo chico con 3 salas, una de muñecas, una de juguetes varios (caballitos, soldaditos, payasos) y una prehispánica en donde hay huacos y representaciones de jueguetes. Las dos personas que atienden son súper amables y dan algunas orientaciones sobre el origen de los juguetes. La entrada cuesta S/7 adultos, y los niños no pagan, atienden de lunes a domingo.

Otro de los lugares que descubrí fue el Jardín Botánico, un jardín amplio con lagunas y algunos animales como tortugas, patos, pericos australianos y pavos. Se puede hacer picnic en los jardines y es un lugar tranquilo como para que los niños puedan correr y nosotros descansar. Además está de moda que los trujillanos hagan sus sesiones de fotos ahí, así que te toparás con novias, bebes y enamorados posando para la cámara. La entrada es gratuita y está abierto de lunes a domingo.

Para comer, dejamos de ir a nuestro habitual Squalo's o el Romano para buscar un restaurante para niños. Fuimos a Rey Sol, restaurante tipo campestre camino a la Huaca de Luna. Al llegar no me gustó mucho porque el volumen del show era muy estridente, estaban cantando cumbia y el animador gritaba. Es un lugar con un jardín amplio con juegos para niños y con piscina. Lo que más me gustó fue el show de marinera y caballos de paso, súper lindo, y mi hijita fascinada viendo el espectáculo.

El domingo tuve la intención de ir al Mercado Central y caminar un poco por el centro, pero no recordé que todo cierra a la 1 PM! todo vacío y cerrado, incluso quería mi jugo surtido de la juguería San Agustín (un clásico) y cerrado también. Tristes nos pusimos a caminar por la calle Pizarro y nos encontramos con la agradable sorpresa de un artista con marionetas de materiales reciclados. Un espectáculo muy lindo y en la calle 😊

Así terminó nuestro viaje a Trujillo, con la familia, sol durante el día, descanso, paseos y sorpresas 😍

Algunos domingos nos gana el sueño y el cansancio y salimos a almorzar fuera de casa (la verdad que son la mayoría de domingos últimamente 😛), pero esto implica todo un presupuesto. Por eso vamos buscando alternativas para comer rico y no tan caro y con el plus adicional que sea adecuado para niños.

Este último mes hemos ido a tres restaurantes (de distinto tipo de comida y de gama) que me han sorprendido gratamente en este aspecto.

El primero fue el Pardo's Chicken del Open Plaza Angamos. Resulta que han entrenado a los mozos en globoflexia, entonces le regalan a tu niño algún animalito hecho con globos. A nosotros nos atendió un chico Carlos, que además de ser súper amable, nos comentó que hacía eventos infantiles y le hizo un caballito de mar y un perrito de globos a mi hija. Ella se quedó súper contenta y comió toda su comida. También cuentan con menú infantil que viene con un rompecabezas y te dan la opción de elegir chicha y cereal (para hacerlo un poco más saludable) y durante la espera le dan dibujos y crayolas para pintar. ¡Súper! He ido a otros Pardo's, pero no he visto esta opción.

El segundo fue La Mar. Este restaurante no tiene nada de económico ciertamente (pero usamos un descuento de Mundo Sueldo 😄). Aquí también la atención es súper amable, y tienen menú para niños. Y de postre recomiendo los picarones que son una delicia. Lo único que no me gustó fue que los baños son pequeños para el aforo del restaurante, ¡y se hacían colas!. Entonces tienes que esperar para entrar al baño, ¡y esto es un riesgo con niños!.

El tercer restaurante es Punto Marino (local de Miraflores). Nosotros hemos ido a este restaurante desde antes que nazca mi hija porque nos encanta la sazón, y ahora estoy gratamente sorprendida con el trato amable que les dan a los niños. Dibujos para pintar, hasta un juguete le dieron la vez pasada, vaso con cañita y menú de niños. Además súper flexibles nos dieron la opción de cambiar las papas fritas por puré en el menú de niños, más saludable y por solo S/ 4 adicionales, estaba riquísimo y era tanto que compartió con su papi.